El auge de los perfiles mixtos
“Proactivo”, “empático”, o “apasionado”: estas son algunos de los clichés o habilidades que están de moda que toda oferta de trabajo debe incluir. Sin embargo, en la industria tecnológica estamos presenciando un incremento de la demanda para una nueva tipología de perfil, impulsado por nuevas habilidades y que está llamado a prosperar en el entorno digital. Nosotros lo llamamos “perfil híbrido”.
Durante miles de años, los productos consistían en bienes físicos como ruedas, zapatos o cajones. Sin embargo, a día de hoy interactuamos cada vez más con productos digitales. Esta transición de lo analógico a lo digital conlleva unas implicaciones que van más allá de la mera interacción con el usuario final. Esto implica una amplia variedad de procesos que van desde la logística, la fabricación, el diseño, o hasta la formación de equipos específicos responsables del desarrollo de los productos en sí.
En otras palabras, todos los componentes que se relacionan en la creación, distribución y venta de un producto están influenciados de alguna manera por el mismo ingrediente digital: la programación. Por esta razón, aquellos que sean capaces de reconocer esta situación y aprendan los principios fundamentales subyacentes a los bienes digitales, tendrán inevitablemente una ventaja considerable para entender la nueva generación de productos digitales que viene.
La programación no es solo para programadores
Al inicio, la programación había sido percibida como una disciplina vertical y aislada. Desconectados del resto de la empresa, los programadores eran vistos como unos “informáticos – expertos”, chicos sentados en una habitación oscura haciendo cosas misteriosas que realmente nadie podía entender. Sólo reconocías sus habilidades cuando tu ordenador tenía algún tipo de problema o no funcionaba: simplemente se lo llevabas a ellos y lo pasabas a recoger poco de después mágicamente arreglado.
La buena noticia es que hoy en día la programación ya no es coto exclusivo de los programadores. La tecnología ha calado de una manera tal que las herramientas que una vez se solían ser utilizadas de manera exclusiva para los programadores, ahora se han democratizado y más personas tienen acceso a ellas. La tecnología es cada vez más humana, y este fenómeno ha creado un profundo vínculo entre el mundo digital y los roles profesionales que solían estar aisladas de ésta.
La programación se ha convertido en una nueva competencia transversal que cruza todos los departamentos de la empresa moderna, es decir, desde los recursos humanos hasta las finanzas. Por esta razón, declaraciones tales como por ejemplo “Todo el mundo debería aprender a programar”, son en efecto, un reflejo del cambio que ya se está produciendo en la industria.
Ser capaces de leer y escribir no significa implícitamente que todos vayamos a ser poetas. Así mismo, tener un conocimiento básico de la programación y tecnología, no implica necesariamente que vayamos a programar toda la vida. Simplemente significa que vamos a poseer una nueva habilidad universal que puede potenciar nuestra carrera profesional. Sin importar en que consiste tu trabajo, lo más probable es que tarde o temprano tengas que enfrentarse a la programación o a alguien que programe.
En siglo XXI aprender a programar es como estudiar inglés: no vamos necesariamente a escribir una obra de Shakespeare, pero sin duda, lo necesitaremos en el nuevo ambiente de trabajo cosmopolita de las compañías multinacionales o start-ups.
Actualizando tus habilidades
En una empresa “tradicional” el producto y el negocio estaban perfectamente alineados. Estas entendían que papel realizaba cada uno, creando así una relación sana y estableciendo una buena comunicación. Por ejemplo, los vendedores entendían claramente el producto y sabían exactamente como hacer que casara con las necesitares del cliente. Los marketinianos manejaban el valor añadido y sabían perfectamente como hacerla llegar al mercado.
Sin embargo, a las personas de perfil no técnico les puede costar entender los productos digitales de su empresa, lo cual provoca que se rompa esa conexión entre departamentos. A pesar de que estamos empezando a notar los primeros síntomas, las grandes organizaciones ya están notado estas debilidades e invirtiendo muchos recursos para evitarlas.
Algunas de estas grandes organizaciones piden ayuda a Ironhack para crear un puente en esta división y enfrentarse al cambio digital. Nuestro programa para “no programadores” está dirigido específicamente a los roles no técnicos para que puedan adquirir un conjunto complementario de nuevas habilidades para tomar decisiones de manera consciente y basadas en la comprensión total de los productos digitales.
Como Campus Manager de Ironhack Barcelona, he tenido la suerte de ver como gente muy lista pasa por esta transformación digital. Por ejemplo, Markus realizó un MBA en 2019 en Harvard y actualmente trabaja como Global Venture Developer en Rocket Internet. Cuando se matriculó en nuestro Bootcamp de Desarrollo Web, me dijo: “Mi deseo no es llegar a ser el mejor programador del mundo. Tal vez nunca más volveré a escribir una línea de código después del Bootcamp. Sin embargo, quiero entender como se desarrollan los productos del futuro – utilizando un software. Esta habilidad me ayudará en casi todas las industrias”.
Markus es un claro ejemplo de un marketiniano que ha “hackeado” los canales digitales para llegar a sus clientes y así encontrar nuevas oportunidades de mercado. Pero no solo está relacionado con el Marketing. Por ejemplo, Andreu, llegó a Ironhack Barcelona el pasado verano para realizar la transición de consultoría a una posición de gestión de producto software. Actualmente, está trabajando como Product Manager en la start-up Onebox. Su paso por el bootcamp, hizo de él un perfil híbrido que le permite comprender de manera técnica los productos digitales: “Ironhack es algo más que habilidades para programar o aprender las mejores prácticas. Salí con una nueva manera de pensar y una mejor comprensión de todo el proceso que implica el desarrollo de software. Esta visión tiene un valor inestimable para un Product Manager como yo”.
En resumen
La necesidad de perfiles híbridos en la industria es solo la punta del iceberg. Con el auge de los productos digitales, la brecha entre los perfiles no-técnicos y los técnicos se está haciendo cada vez más grande.
La tecnología no solo está cambiando drásticamente el conjunto de habilidades necesarias en una profesión moderna, sinó que también está transformando los roles tradicionales. Las posiciones híbridas hoy en día se caracterizan por ganar un 25% de salario más que la media. Sólo en Estados unidos, más de 250.000 puestos de trabajos híbridos se crearán en los próximos años.
Y esto no ha hecho más que empezar. Tarde o temprano, las organizaciones que se han mantenido intactas tras este cambio tendrán que adaptarse a esta realidad. Desde políticas de no-uso de papel, hasta la implementación de inventarios on-line, con el objetivo de entender de qué manera hay que llegar al usuario. Todo esto va a requerir una nueva forma de pensar acerca de los productos, y que sin duda implicará el código y conocimientos de programación.
El próximo curso de Ironhack está apunto de empezar, más info aquí